El President de la Generalitat Quim Torra exhibe una integridad de la que otros carecen; no es polÃtico de carrera, puede ser honesto.
Este mediodía, Torra ha anunciado que iba a convocar elecciones. Ha puntualizado, también, que lo hará una vez se hayan aprobado los presupuestos en el Parlament.
¿Por qué?
El pasado lunes, el President del Parlament, Roger Torrent, anunciaba la retirada del acta de diputado de Quim Torra respondiendo a la suspensión impuesta por la Junta Electoral Central. Lo hizo a pocos día de haber ratificado al Molt Honorable President en ambos cargos, el de President de la Generalitat y el de diputado del Parlament, como resultado de haber sido votada la cuestión en la cámara. Este acto de traición, por lo que parece, no ha librado a Torrent de ser investigado por desobediencia, como solicitó ayer el TC a fiscalía.
El President de la Generalitat quiso mostrar su enojo por no habérselo notificado personalmente previamente y así lo expresó en su intervención.
La ruptura entre los grupos se plasmó en una imagen que no dejó indiferente a nadie. Tras la intervención de Torra, los diputados de JxCat lo aplaudieron. Los de ERC, no. Ver a Pere Aragonés, de ERC y Vicepresident de la Generalitat, sentado con las manos cruzadas mientras alrededor todos los diputados de JxCat aplaudían de pie, resultó dura para muchos.
A continuación, en una sesión que tuvo que suspenderse hasta tres veces, los distintos grupos expusieron sus impresiones y aquellos pertenecientes a la oposición pusieron en evidencia que el gobierno se había quebrado por la falta de confianza entre los partidos del gobierno, motivo por el cual instaban al President a convocar nuevas elecciones. Especial hincapié en este punto lo imprimieron las intervenciones del diputado por el PSC, Miquel Iceta, y del diputado por Ciutadans, Carlos Carrizosa.
Al día siguiente, martes, y con motivo de la presencia de los presos políticos en la Comisión de investigación del 155, las únicas palabras que se dedicaron al tema vinieron de los propios presos, expresando su tristeza por presenciar la fractura. Ese día fue especialmente llamativa en la Comisión la intervención del grupo de Ciutadans, cuya cabeza, Lorena Roldán, formuló a Junqueras unas preguntas cuyas respuestas ni se molestó en escuchar. Su grupo abandonó la sala antes de dar tiempo a responder al interpelado.
La evidencia de la pérdida de confianza entre los socios del Govern de la Generalitat no hubiera bastado para este desenlace, pero el bien común y la integridad ante la evidencia del divorcio de facto han empujado al President Torra a tomar esta decisión.
Las reacciones han destapado caretas.
Desde el PSC, el mismo Iceta que anteayer pedía convocar elecciones, hoy se expresaba contrario a la decisión que él mismo proponía. En estas cosas se aprecian las diferencias entre las escenificaciones y las verdaderas intenciones.
ERC, por su parte, ha criticado que no se le hubiera comunicado previamente. Llama la atención por dos motivos: el primero es que Torra sí comunicó a Vicepresident Pere Aragonés, de ERC, su intención de anunciar la decisión de convocar elecciones antes de hacerlo público, en el momento en el que le pedía por ello que presentara los nuevos presupuestos para ser aprobados. El segundo es que contrasta con el hecho de que a Torra es a quien no se le comunicó previamente la decisión de retirarle el escaño tan solo dos días antes.
Carlos Carrizosa, en nombre de Ciutadans, ha quitado legitimidad al anuncio esgrimiendo que Torra no puede convocar elecciones puesto que no es President. Contrasta, al igual que en el caso de Iceta, con el hecho de que tan solo dos días antes él mismo lo hubiera exigido, aunque tal vez un poco más, puesto que ya anteayer mezcló la idea de que no era President con que convocara elecciones en la misma intervención. Como nota aparte, apuntar que también ha hablado de la intervención de ayer en la Comisión del 155, refiriéndose a los presos políticos como “presos políticos”. Al menos ha reconocido de facto que lo son. Menos es nada, aunque sea por un lapsus. Ha remitido la responsabilidad de convocar elecciones en Catalunya al presidente de España, Pedro Sánchez, y le ha exigido que anule la entrevista que ha de mantener con el President Torra en pocos días. Puro teatro.
En cualquier caso, el procedimiento que hay que seguir hasta que se aprueben los nuevos presupuestos lleva su tiempo, por lo que las elecciones catalanas no se celebrarán, lo más pronto, antes de la segunda mitad de mayo.