Ay, Carmela....Grecas, siempre Grecas

En 1973, Carmela y Tina nos amaron locamente, cantando como nadie ese temazo de Felipe Campuzano. Descubiertas en un tablao flamenco por el gran Manolo Caracol, contaron tambíen con padrino de lujo: Camarón de la Isla.

Opinión | 18 de mayo de 2011
Consuelo G. del Cid Guerra

Creadoras del flamenco-rock, un género desconocido hasta el momento que se impuso con una fuerza titánica en el panorama musical. Las Grecas arrasaban como pólvora bendita, engalanando el barrio de San Blas. Ellas sí que han sido verdaderas princesas del pueblo. Elevaron su postura y estatura gitana mucho más allá de las grandes plataformas que calzaban. Su estilo supo hacese dueño de las palmas del payo. Las seguimos, a ciegas, amándolas con la misma locura que cantaban y contaban.

Al año siguiente, con su nuevo disco Mucho Más, interpretaron canciones de Enrique Morente.Se mantuvieron en las listas de éxitos durante toda la década de los setenta, a lo grande, como las grandes.

Carmela y Tina. Tina y Carmela.La pena que en su momento me hacía bailar. La alegría de vivir. Los gritos que emitía intentando imitar sus voces, gitanas e indias, signo puro de autenticidad. Volantes, plumas, raso, lentejuela y tacón. Rubias platino, morenazas, castañas. Daba lo mismo : Grecas, siempre Grecas.Unicas. Inimitables. Un dúo de sangre real que me arrancó las palmas y esos brazos en alto que meneaba con la estúpida torpeza de las payas.Cuánto les debo.

La muerte de Tina deshizo para siempre aquel binomio irrepetible. Ni siquiera Azúcar Moreno, dúo muy posterior que siempre nos recordó a Las Grecas, pudo conseguir jamás esa calentura en la sangre, aquel trueno racial que reventaba en los escenarios dándolo todo. El flamenco-rock ya estaba hecho, y quizá en el peor sentimiento de su género, deshizo la vida de Tina.

Cuatro años de gloria. Carmela, sola, lo intentó de nuevo en dos ocasiones: Con su vecina, primero, y más tarde con Saray,la hija de su hermana Tina.Pero no funcionó. La seguí con los ojos, y estaba muy triste. Por eso, divina Greca, quiero decirte lo siguiente:

Hoy he buscado el significado de tu nombre : Carmela.

?Nombre femenino de origen hebreo. Derivado del monte bíblico Carmelo. También del hebreo Viña de Dios.

Se expresa por medio de la perseverancia, las asociaciones, el planteamiento y el asentamiento. Ama las innovaciones y las realizaciones. Le gusta ser asistida y apoyada. Es exigente. Se expresa de forma original en la intimidad y en la integridad. Se distingue por su delicadeza. Ama el buen criterio y el misterio. Busca la aprobación. Es mente de pensamiento, convincente. Se expresa como pensadora de alta responsabilidad moral, espíritu conservador y apego a la vida de las comunidades. Consecuente y diligente.Recibe aumento en las actividades que requieren de la acción, de la amistad, sociabilidad y urbanidad. Ama, educa y embellece, no tanto en su propio bien como en el de los demás. Podría destacar en profesiones como médico, enfermera, música, asistente social, cocinera o profesora. Su número de la suerte: 3?.

La Malicia, como su propio nombre indica, no sabe ni puede hacer nada bueno, y ese robo moral que se apropió de un nombre ?el vuestro-, no irá más allá del depósito legal. Las Grecas se instalaron en los corazones de la gente, su público lo siente como propio, y sólo hay unas Grecas: Tina y Carmela. Carmela y Tina.

Lamentable tema el de esas impostoras: ?Que te den?. Dice Malicia que lo escribió en plena depresión, pero no hay depresión real que permita el estado de ánimo necesario para soltar semejantes improperios y encima, ponerle música. No estabas deprimida, chica. Sólo muy cabreada.

Tampoco confío en la tristeza que ?dices- te produce contar a grandes rasgos la historia de Tina. No te creo, Malicia. Porque Tina, desde las estrellas, jamás aprobará lo que le has hecho a su hermana.

Para ti, Carmela, toda la gloria. Y ojalá te decidas algún día a cantar sola, porque serás recibida con todo el amor del mundo y los brazos abiertos. Grecas, siempre Grecas. No hay otras. Nunca. Jamás, Carmela. Jamás. Gracias por amarnos locamente, tanto como os hemos amado.


Comentarios


Efemérides







Política de Privacidad
Política de cookies